IL Y A...

Hubo un tiempo en el que todo era fácil, donde las dificultades pasaban por las sumas y las restas y por inocentes animales de goma. Donde emular a Carlos Sainz, o conocer la puerta secreta con la que acabar el juego del chico de verde era suficiente.

Hubo un tiempo en el que la televisión era para los niños, e incluso los padres de los círculos de colores definían para quienes eran las películas.

En aquellos tiempos las cosas eran negras o blancas, eran afirmativo o negativo, nada de grises, nada de trampas.

Con el paso del tiempo, el gris de la tormenta va diluyendo el blanco, el negro y, también, los colores. Las respuestas se tornan preguntas y las soluciones problemas. Lejos quedan ya las tardes de globos de agua donde la risa era la gran vencedora.

Poder recuperar esa sensación, aunque solo sea por un instante, solo está al alcance de unos pocos. Crecer torna las cosas monocromas, pero a cambio te regala el lienzo y las pinturas. Con suerte, aun quedará algo de aquel tiempo, cuando todo eran colores.

Para todos aquellos que se niegan a dar el salto al monocromo, que se esconden tras las murallas por miedo a ser dañados, no lo dudéis! Tendréis la mejor de las gamas de colores para vuestro lienzo, solo hay que ser valiente y atreverse a pintar. Sin prejuicios, sin prototipos, sin miedo al que dirán. Simplemente agarrar fuerte el pincel y... pintar!

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