En un mundo de hipocresía y medias verdades, donde nada es cierto, nada es blanco y nada es claro, existen pequeños reductos de verdad brillante... o no. Se dice que los niños, los borrachos y, por qué no, los "leggins" dicen la verdad. permítanme decir que lo dudo.
Los niños ya no son niños, les han robado la niñez a golpe de vodka del súper y telecinco. Se ha pasado de jugar en la calle a pasar las horas con hábitos de mayores. Se ha perdido lo más preciado de esa época tan importante, la inocencia. La ropa sirve para mentir y enmascarar desviaciones del canon oficial y hacer perder aquello que hace a cada uno ser diferente, ser realmente especial, y los borrachos.... benditos borrachos!
Y es que el alcohol es la principal causa de... que existan parejas y de que la policía trabaje los sábados por la noche! bromas aparte, el alcohol es capaz de sacar el yo escondido de cada uno, exteriorizar sentimientos y verdades inconfesables, aunque luego se olviden, saca el lado más oscuro del ser humano, pero también, y solo a veces, el que queda encarcelado tras las rejas de la sobriedad del cerebro.
El consumidor social es víctima del impulso, del error y del acierto. Entonces.... lo qué ocurrió fue verdad?
En un mundo donde ni los niños son ya niños, solo el dipsómano, mirando de verdad en su interior, será capaz de darse cuenta si lo ocurrido, turbio, borroso y olvidado fue verdad o enterrarlo en lo más profundo de su olvido para no recordarlo nunca jamás
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