Parece mentira, pero la gente en general tiende a "colocarse" sola. Se juntan en ciudades, grupos, organizaciones y, a veces, en pareja. En una sociedad que parece destilar caos, lo que impera es el orden y la paridad. Un poco de desorden aparente es bueno para que todo esté "ordenado", y es que no hay mejor manera de controlar que hacer creer al controlado que tiene las riendas de la situación.
Ahora bien, qué ocurre cuando alguien se sale de lo establecido? Cómo va a encontrar su sitio? Realmente su sitio es único? Se juntarán todos los raros en otro grupo heterogéneo? Y si uno cree haber encontrado su sitio pero ya está ocupada la silla? Se aguanta? compra el asiento? Se lo gana?.
En mi opinión, en estos momentos de posturas, de chicas pechugonas y cachas con barbitas, todo el mundo es raro, y sus rarezas son las que les hacen especiales e interesantes. En este mundo de uniformes impuestos por la moda, la verdadera moda es no sucumbir a lo sugerido, olvidarse de las normas y ser como uno quiera ser.
Por qué todo ha de tener una altura, un color y unas medidas concretas? tan difícil es darse cuenta de la belleza sin prejuicios ni estándares convencionales?
Para mi, todos somos diferentes y eso es lo que nos hace bellos y especiales. Me cansa pensar en los bloqueos que se autoprovoca la gente y sus consecuencias. Me entristece pensar en el que dirán, su poder de censura, y en cómo esto afecta a las relaciones interpersonales.
Todo debería ser más fácil, sin etiquetas, todo el mundo en su sitio porque, en verdad, no hay sitios que rellenar, solo tiempo que disfrutar.
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